Corría el año 1978, el animoso e inquieto niño estaba ilusionado y deseando que en el colegio le dieran las vacaciones de Navidad. Tendría tiempo para salir a jugar a la calle...Siempre con un balón de por medio, mas de una vez había tenido que salir corriendo por haber dado un pelotazo a algún coche aparcado, incluso una vez su amigo Migue, rompió un espejo retrovisor...Semanas asustados por si el propietario iba a sus casas para hablar con sus padres. Aquel señor orondo y de mala baba...Poco pelo y su Seat 600 impoluto...Por ello apodado "El del coche de oro".
Su padre traería la tierra de un portal de materiales cercano, o de alguna obra en la que trabajaba. Le encantaba esa liturgia, un macetero ir echando la tierra para que el árbol quedara lo mas vertical posible, su madre traía una caja donde se iban guardando año tras año las bolas navideñas, en ocasiones todavía con los hilos del anterior. Le encantaba ayudar en la tarea...Mirar como poco a poco toda la superficie se iba cubriendo de adornos...Hasta coronarlo con la estrella en la parte superior, podía pasarse horas viendo la evolución en círculos de las brillantes bolas. En esas estaba cuando por la puerta su padre apareció con una caja de sidra El Gaitero...Entonces si se podía decir que estábamos en Navidad...La cara del niño, sus ojos brillaban y era Feliz...
Nunca perdáis la ilusión, que la llama de los buenos propósitos...Ilumine vuestro corazón siempre, pues ese alimento hace que el espíritu continué vivo. Ahora en muchas casas estarán colocando ese arbolito o ese Belén...Yo pongo el mio para todos vosotros...Felices Fiestas A Todos!!
Pedro M.Girón.
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