Esfera de luz eterna, faro de los marineros, suspiros de enamorados, luna eres... Santa compaña de peregrinos, que buscan calmar sus llagas, y beben de tu mar... Dame tu noche, entrégame tu atardecer, renaces como ave fénix, guíame fiel... Clavo ardiendo al que me aferro, me prendes por dentro, avivas el fuego eterno... Candil de brillante llama, hoguera encendida, cálidas noches, el verano ya ha volado... Testigo de amantes, que se entregan, al juego del amor, no apagues tu bendita luz, dile a tu sol, que bendiga la mañana, dile a las estrellas, que respiren por mi piel... Procesión de nazarenos, velas ardientes candelas perpetuas, tu las enciendes por mi, salto al vacío, pájaros blancos te siguen, te miran, alimento que todo lo cura, velada en pie y telas de colores, agua que me moja, me traspasa y se esfuma... Santidad y dulce resplandor, me arrulla, salvas mis días, y alcanzas mis sombras.
P.m.g
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Precioso poema Pedro, como siempre un placer disfrutar de tu poesía. Un beso compi!!!
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